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Medidas despues COVID-19 para el turismo

Republica Dominicana despues del COVID-19

El turismo a nivel mundial es una de las actividades que han sufrido desde el primer momento las consecuencias de la covid-19 y será una de las últimas en recuperarse. Enfrenta un obstáculo fundamental, el problema relacional: los potenciales turistas no comprarán boletos o paquetes vacacionales que tengan riesgos de contagio, rechazarán los destinos donde tales riesgos existen.

República Dominicana sufrió el año pasado los estragos derivados de un simple rumor, por lo que mirando hacia el futuro la seguridad sanitaria será un centro de atención para todos los destinos turísticos, especialmente para nuestro país.

La recuperación gradual del mercado solo será posible si de entrada se  garantiza la seguridad sanitaria, en todos los sitios que sirven al turismo, y en las comunidades que conforman los polos turísticos.

Esa es la prioridad absoluta, sin confianza no hay turismo. En el corto y mediano plazo, parecen razonables dos conclusiones elementales: Lo que resta del 2020 será un período crítico, aunque tenemos que trabajar desde ahora, temprano, para que bajos condiciones optimistas, quizás podamos salvar la temporada de invierno 2020-2021, y recuperarnos plenamente en el 2021, especialmente en lo que se refiere al mercado internacional.

Ahora hay que ejecutar una “Estrategia Nacional de Turismo” en el entendido de que los servicios turísticos en el mundo, incluyendo su mercadeo, cambiarán drástica mente.

De inmediato, el turismo nacional es prioritario, deberá ser promovido enérgicamente, son los clientes más próximos.

Internacional mente, en términos de segmentación geográfica, será más fácil recuperar el mercado norteamericano que el Europeo, porque la economía en USA se recuperará más rápido que nuestros mercados europeos tradicionales: España, Francia e Italia, y el esfuerzo en Europa cambiará hacia mercados más pequeños o relativamente remotos, donde el covid-19 ha hecho menos estragos: Países nórdicos, Alemania, Austria, Rusia y algunos de los países de la Europa del Este.

Afortunadamente, el último “survey” de los potenciales turistas norteamericanos es muy esperanzador. 71% de los encuestados declaran que volverán a viajar, que lo de ahora es una “pausa”; 28% dice que esperarán para después; Menos del 1% dicen que no volverán a viajar.

También una mayoría, 53.8% responde que viajaran en lo que queda de año; Un 78% se declara a favor de viajar por avión; El 26.1% declara que desea ir a una playa, y el 18.9% a una isla, ambas categorías son las más populares entre los encuestados; 56% estaría dispuesto a pagar un presupuesto entre USD$ 250.00 y US$ 1,000.00 diarios por sus vacaciones.

Creemos que es una encuesta optimista, quizás no se cumpla, pero revela que  ante la situación actual la fisonomía del sector para el consumidor es bastante mejor de lo que se puede esperar.

Otros segmentos del mercado (cruceros, convenciones y similares) requieren la reducción radical del distanciamiento social, se recuperaran muy lentamente. Un sector interesante por explotar es el Ecoturimo, que tendrá como atractivo su ambiente natural.

Quizás sea innovador utilizar algunas de las in­fraestructuras de Bávaro, para medicalizarlas o con­vertirlas en hospital, con la asistencia o participación accionaria de importantes hospitalarios del exterior, iniciando un gran proyecto con marca internacional de turismo de salud.

Tal proyecto contribuiría enormemente a cementar la imagen de un país segu­ro, y existen ya precedentes de hospitales que mantie­nen amplias relaciones a ni­vel internacional.

Mientras tanto hay mu­chas ideas germinando que utilizar. La emisión por el Estado de una Certificación de “Hotel Libre de Virus” se­ría un elemento para ven­der el concepto de patrón mundial del turismo segu­ro, una imagen de marca, “REPÚBLICA DOMINICA­NA LO TIENE TODO, Y ES SEGURO”.

Esta labor sería conjun­ta de los sectores público y privado donde corres­ponderá a los Ministerios de Salud y Turismo elabo­rar, junto al sector privado los protocolos de salud co­rrespondientes locales tu­rísticos, y respaldarlo con el reconocimiento de or­ganismos internaciona­les como la OMS y la CDC en EE. UU. Se declararían “zonas de turismo segu­ro”, permanentemente desinfectadas, y cuyas en­tradas aéreas y terrestres sean restringidas median­te algún “certificado de in­munización”.

En los aeropuertos o en­tradas a estas áreas, desti­naremos parte de los “test kids” de pruebas que reciba el país para hacer las prue­bas sobre el terreno, cuan­do cámaras térmicas per­ciben altas temperaturas u otros síntomas del corona­virus. También trataremos de que las aerolíneas tomen medidas en el origen.

El precio será otro ele­mento primordial del mer­cadeo. Actualmente, en Madrid se inició un con con­cepto para el comercio que puede ser aplicado en nues­tro sector hotelero, y es el del “bono”, en realidad una “preventa” mediante la cual la cadena hotelera vendería una reservación ahora para la temporada de invierno, a un precio con alto descuen­to, conectando así tempra­no con el cliente.

El “Survey” de turistas americanos revela que un 42% está dispuesto a re­servas de vacaciones desde ahora con una oferta ten­tadora. El Gobierno puede cooperar con esta alterna­tiva eliminando impuestos como el ITBIS, el del pasaje aéreo, y otros gravámenes, a un número de paquetes vacacionales para alimen­tar el atractivo de la desti­nación, y la correspondien­te demanda, haciéndonos competitivos. Económica­mente la estrategia es total­mente asumible.

De acuerdo con el Banco Central el ingreso global por turista el año pasado ronda­ba en unos US$ 150.00 dia­rios, 1,050.00 a la semana. El costo promedio de un pa­quete en el mercado ameri­cano ronda en US$ 900.00 neto de los pagos al turope­rador y los boletos.

Los 3 impuestos, que son calculados sobre la tarifa APA negociada con turismo, no aplican sobre la totali­dad del paquete, represen­tan en promedio más del 10% del costo del paquete. Este monto es suficiente pa­ra generar recursos para cu­brir los costos e inversiones necesarios para cumplir con los nuevos protocolos de sa­lud en la comunidad y los locales de turismo.

En un reciente editorial del Periódico El País, se se­ñalaba que el turismo, post pandemia, requiere más in­versión y políticas activa de concentración de empresas, ya que abundan los nego­cios pequeños o microscó­picos.

Las decisiones de inver­sión deben tener como ob­jetivo garantizar más allá de cualquier duda la seguri­dad sanitaria en los viajes y en los alojamientos, y llevar tecnología al sector.

Un plan de choque espe­cífico para el turismo, con dinero público y privado, tiene sentido si las empre­sas entienden que ese plan, en el que deben estar impli­cados el gobierno junto a to­dos los sectores que partici­pan en el sector, significará nuevos servicios confiables y sostenibles.

Autor Luis Álvarez RentaSanto Domingo, RD

Fuente: https://listindiario.com/economia/2020/05/01/615532/medidas-pos-coronavirus-para-el-turismo-una-vision-interna

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